En una controvertida sesión en la Cámara de Diputados, la mayoría calificada de Morena y sus aliados aprobaron en lo general la reforma que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con 362 votos a favor y 133 en contra. La medida, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido duramente criticada por la oposición, quienes aseguran que con esta reforma la Guardia Nacional perderá su carácter civil y se convertirá en un cuerpo militarizado.
Oposición rechaza la militarización de la Guardia Nacional
Desde el inicio del debate, los diputados del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano presentaron tres mociones suspensivas, las cuales fueron desechadas en votación nominal. Durante los posicionamientos, representantes de estos partidos reiteraron su rechazo a la reforma, argumentando que viola la Constitución al militarizar a la Guardia Nacional y extender el alcance del Ejército en tiempos de paz.
Lorena Piñón Rivera, diputada del PRI, denunció que la reforma elimina la naturaleza civil de la Guardia Nacional, y que con ella los elementos de este cuerpo de seguridad quedarán subordinados a mandos militares.
“La participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública deja de ser excepcional para convertirse en una función permanente”, advirtió Piñón Rivera.
Patricia Mercado, diputada de Movimiento Ciudadano, añadió que esta reforma contradice la promesa original del Ejecutivo de crear una policía civil que responda a las necesidades de seguridad del país. “Esta reforma va en sentido contrario a esa promesa y elimina los pocos controles democráticos, como la transparencia y la rendición de cuentas,” señaló.
Modificaciones a la Constitución y transferencia de recursos
El dictamen aprobado modifica 12 artículos de la Constitución y establece que la Guardia Nacional dependerá de la Sedena. También otorga facultades a este cuerpo para investigar delitos y ejecutar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
La reforma prevé la transferencia de recursos presupuestarios de la Guardia Nacional a la Sedena, incluyendo fondos para el pago de servicios personales y gastos operativos. Además, se establece que el titular de la Comandancia de la Guardia Nacional será designado por el Presidente a propuesta del Secretario de la Defensa Nacional.
Uno de los artículos transitorios indica que, dentro de los 180 días siguientes a la entrada en vigor de la reforma, el Congreso de la Unión deberá armonizar el marco jurídico para adecuarlo a este nuevo esquema.
Reacciones y posibles implicaciones
El debate sobre esta reforma ha generado una fuerte división en el Congreso. Mientras Morena y sus aliados defienden que es necesaria para fortalecer la seguridad pública en el país, los partidos de oposición advierten que representa un riesgo para los derechos civiles y la democracia al otorgar más poder a las Fuerzas Armadas.
La discusión de las 433 reservas presentadas por la oposición continuará durante la noche del 19 de septiembre y la madrugada del 20.
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