El yate volador tiene hidroalas refractadas de fibra de carbono, que permite que la embarcación vuele a 1.5 del agua, un consumo del 200% más eficiente.
Despega y aterriza progresivamente gracias a la tecnología ideada por los ingenieros al diseño vanguardista del casco. Una vez en fase de vuelo, la navegación es suave, sin las sacudidas que sufren los barcos y con una capacidad de 8 pasajeros.
Vuela a 30 nudos con capacidad de 300 l de combustible, representando 130 millas náuticas. También tiene un sistema de propulsión híbrido adoptado de la industria automovilística. Alcanzando entonces la velocidad de un crucero de 10 nudos en silencio durante 10 minutos.
Para el mantenimiento, las hidroalas y hélices se retiran y colocan fuera del agua, reduciendo la altura de la embarcación.
Construido por Enata de Emiratos Árabes Unidos integralmente en fibra de carbono con piezas mecánicas de acero inoxidable, aluminio y titanio, garantizando rigidez y ligereza.
Funciona con las alas de un avión por debajo del agua pero más pequeñas, ya que el agua el 840 veces más densa que el aire.
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