Los repartidores por aplicación, una de las fuerzas laborales más visibles y esenciales en la era digital, tomaron las calles de la Ciudad de México para alzar la voz en demanda de mejores condiciones laborales. La protesta tuvo lugar frente a la sede de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón, donde los manifestantes exigieron derechos básicos como la seguridad social y el reconocimiento de su importancia en la economía digital.
A bordo de motocicletas, los repartidores partieron desde el Parque de la Bombilla y se dirigieron a las oficinas de la secretaría sobre la Avenida Las Flores. En ese punto, los manifestantes bloquearon la lateral de Periférico Sur, en dirección norte, lo que afectó considerablemente la circulación. Esta acción no fue un evento aislado, pues otro grupo replicó la manifestación sobre la Avenida Paseo de la Reforma, llegando al emblemático Ángel de la Independencia, donde continuaron su protesta en caravana.
Exigen justicia laboral
Uno de los puntos principales de la protesta fue la exigencia de seguridad social, ya que los repartidores señalan que su actividad es de alto riesgo debido al uso constante de motocicletas y bicicletas. A pesar de pagar impuestos por los servicios que prestan, afirman que no reciben ninguna compensación por parte del gobierno ni las empresas que los emplean.
El colectivo “Ni Un Repartidor Menos, Ni Una Repartidora Menos”, que representa a este gremio, ha sido claro en su mensaje: es necesario encontrar un equilibrio entre la flexibilidad de generar ingresos, característica del trabajo por aplicaciones, y la garantía de derechos laborales como la seguridad social, las prestaciones básicas y el reconocimiento de su valor económico.
“Pagamos impuestos por el servicio que prestamos, pero no recibimos nada a cambio”, afirmaron los manifestantes, exigiendo que se reconozca su formalidad fiscal y se les brinden los derechos que merecen como trabajadores esenciales.
El impacto de la protesta
Esta protesta es una muestra más de la creciente presión social para regularizar el trabajo en plataformas digitales. Los repartidores, quienes durante la pandemia fueron reconocidos por su labor esencial, ahora buscan que ese reconocimiento se traduzca en mejores condiciones laborales y acceso a prestaciones sociales. De no llegar a un acuerdo con las autoridades y las empresas, este tipo de protestas podría continuar, afectando la movilidad y visibilizando aún más la precariedad laboral en la que se encuentran muchos trabajadores de aplicaciones.
La protesta de los repartidores por aplicación no solo es una demanda por derechos laborales, sino un llamado de atención sobre las condiciones de trabajo en la economía digital. Mientras las plataformas continúan creciendo y generando ganancias, los trabajadores piden un trato justo que les garantice seguridad en su labor.
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