La variante Pirola (JN.1) de Ómicron ha llegado a México, generando preocupación por su fácil transmisión. Aunque no representa un peligro inminente, expertos advierten sobre la importancia de estar alerta durante la temporada invernal. Rodrigo García López, epidemiólogo de la UNAM, aclara los detalles de esta nueva variante.
A pesar de la alarma generada por la detección del primer caso de Pirola en la Ciudad de México, la realidad es que este se identificó desde el 24 de noviembre. La OMS no considera necesario detener actividades, pero se recomienda precaución. García López destaca que Pirola podría dominar las infecciones en diciembre-enero en México.
¿Cuáles son los síntomas?
La OMS clasifica Pirola como una variante de seguimiento, con síntomas que incluyen afonía, congestión, dolor de cabeza, muscular o de garganta, estornudos, fiebre, pérdida de olfato y tos. García López aconseja precauciones como el uso de cubrebocas y evitar reuniones, especialmente para menores de 2 años, mayores y personas con comorbilidades.
Aunque Pirola es altamente contagiosa, el infectólogo Alejandro Macías explica que su transmisibilidad no es tan elevada. A pesar de su capacidad de escape, no se considera más grave que las variantes anteriores. Macías descarta una alarma generalizada y explica que entre diciembre y febrero podría haber un repunte de casos, pero debido a la estacionalidad del virus.
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